En las instituciones de salud, las tareas de atención a las personas accidentadas
o enfermas, regularmente generan desechos que potencialmente
pueden ser vehículos de gérmenes patógenos
como:
Desechos sólidos: Tejidos anatomopatológicos,
gasas, apósitos, bajalenguas, aplicadores, catéteres, venoclisis, algodones, vendajes, mechas, bolsas de coleostomías, sondas, agujas,
tubos
capilares y jeringas de ensayos contaminadas con sangre, equipos, hojas de bisturí,
agujas de sutura,
guantes y ropas
desechables.
Desechos líquidos: sangre,
plasma, cefalorraquídeo, orina,
secreciones, materia fecal.
El personal médico y paramédico ordinariamente reconoce en primera instancia
el factor de riesgo biológico presente;
por ello toman las medidas generales y específicas
de protección en la realización de sus tareas. Pero existen además otras personas
al interior de las instituciones (oficios
varios, lavandería) y al exterior
como trabajadores del servicio de aseo formal,
recicladores, que no saben
o se les dificulta la identificación del riesgo
por la forma como previamente se han manejado
estos desechos.
Depositar los desechos en recipientes recolectores adecuados:
Los
recipientes (canecas),deben ser de materiales rígidos e impermeables con tamaños según el volumen a recolectar,
dotados con tapa que no dificulte el vaciado durante
el momento de la recolección y con un color tal que permita su identificación, acorde a su
contenido, así:
ROJO
material biológico, contaminado, citostáticos y mercurio
NEGRO
desechos anatomopatológicos
VERDE basura común no contaminada
CREMA residuos de alimentos - desperdicios y sobrantes
Al
recipiente se le debe colocar
en el interior una bolsa plástica resistente del mismo color, excepto al recipiente de sobras de alimentos.
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